lunes, 28 de enero de 2013

Acción Social - Max Weber

La acción social es, como se conoce, objeto de estudio de la sociología. Se refiere de manera general al análisis del comportamiento humano en los diferentes medios sociales. La acción humana está estructurada de acuerdo a normas compartidas y aceptadas por los miembros de una colectividad. Ahora bien, para Max Weber, la acción social es definida como la acción humana es social siempre que los sujetos de la acción incorporen en ella un sentido subjetivo, esto quiere decir que cuando una persona realice una acción, influya en otras personas.

Weber distingue cuatro tipos de orientación del proceder social:

La acción racional con arreglo a fines: En este tipo, se pondera el elemento racional. Es decir, la persona pasa por todo un proceso de deliberación en el cual, según sus valores, elige fines y aquellos medios más adecuados para alcanzarlos; finalmente evalúa las consecuencias que puede traerle tanto en alcanzar los fines, como en la utilización de esos medios y si las consecuencias son desventajosas, podrá cambiar su curso de acción.
La acción racional con arreglo a valores: A diferencia del otro tipo, esta implica la orientación del accionar hacia la consecución de un ideal que constituye objetivos coherentes hacia los que el individuo dirige su actividad. La persona actúa movida por la creencia en un valor que es visto como absoluto, como es el caso de las convicciones religiosas o políticas, y sin consideración alguna de las consecuencias de su acción. El proceso de decisión de su curso de acción es mucho más breve y se limita a encontrar el camino más corto para la consecución del fin. La persona que está dispuesta a dar su vida por una causa no piensa en las consecuencias de lo que hace, sólo quiere realizar el valor en el que cree. A pesar de esto, este acción no deja de ser racional.
La acción afectiva: En la acción afectiva la persona no posee un ideal definido a través del cuál orienta su accionar, por lo que podemos comprender que la misma se desarrolla bajo el influjo de un estado emotivo. El sujeto actúa movido por estados sentimentales del momento.
La acción tradicional: El impulso del acto se desarrolla bajo el influjo de la costumbre y el hábito y procede de un conjunto de ideales o símbolos que no poseen una forma coherente y precisa. Es aquella determinada por una costumbre arraigada. Puede tratarse incluso de hábitos que nos hemos formado en relación con los demás, cuyo sentido se agota en los mismos miembros y el fin se pierde de vista.

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